martes, 31 de mayo de 2011

El mayor Sabines

ALGO SOBRE LA MUERTE DEL MAYOR SABINES



PRIMERA PARTE I

Déjame reposar,

aflojar los músculos del corazón

y poner a dormitar el alma

para poder hablar,

para poder recordar estos días,

los más largos del tiempo.


Convalecemos de la angustia apenas

y estamos débiles, asustadizos,

despertando dos o tres veces de nuestro escaso sueño

para verte en la noche y saber que respiras.

Necesitamos despertar para estar más despiertos

en esta pesadilla llena de gentes y de ruidos.


Tú eres el tronco invulnerable y nosotros las ramas,

por eso es que este hachazo nos sacude.

Nunca frente a tu muerte nos paramos

a pensar en la muerte,

ni te hemos visto nunca sino como la fuerza y la

alegría.

No lo sabemos bien, pero de pronto llega

un incesante aviso,

una escapada espada de la boca de Dios

que cae y cae y cae lentamente.

Y he aquí que temblamos de miedo,

que nos ahoga el llanto contenido,

que nos aprieta la garganta el miedo.


Nos echamos a andar y no paramos

de andar jamás, después de medianoche,

en ese pasillo del sanatorio silencioso

donde hay una enfermera despierta de ángel.

Esperar que murieras era morir despacio,

estar goteando del tubo de la muerte,

morir poco, a pedazos.


No ha habido hora más larga que cuando no

dormías,

ni túnel más espeso de horror y de miseria

que el que llenaban tus lamentos,

tu pobre cuerpo herido.


II

 


Del mar, también del mar,

de la tela del mar que nos envuelve,

de los golpes del mar y de su boca,

de su vagina obscura,

de su vómito,

de su pureza tétrica y profunda,

vienen la muerte, Dios, el aguacero

golpeando las persianas,

la noche, el viento.


De la tierra también,

de las raíces agudas de las casas,

del pie desnudo y sangrante de los árboles,

de algunas rocas viejas que no pueden moverse,

de lamentables charcos, ataúdes del agua,

de troncos derribados en que ahora duerme el rayo,

y de la yerba, que es la sombra de las ramas del cielo,

viene Dios, el manco de cien manos,

ciego de tantos ojos,

dulcísimo, impotente.

(Omniausente, lleno de amor,

el viejo sordo, sin hijos,

derrama su corazón en la copa de su vientre.)


De los huesos también,

de la sal más entera de la sangre,

del ácido más fiel,

del alma más profunda y verdadera,

del alimento más entusiasmado,

del hígado y del llanto,

viene el oleaje tenso de la muerte,

el frío sudor de la esperanza,

y viene Dios riendo.


Caminan los libros a la hoguera.

Se levanta el telón: aparece el mar.


(Yo no soy el autor del mar.)


III


Siete caídas sufrió el elote de mi mano

antes de que mi hambre lo encontrara,

siete veces mil veces he muerto

y estoy risueño como en el primer día.

Nadie dirá: no supo de la vida

más que los bueyes, ni menos que las golondrinas.

Yo siempre he sido el hombre, amigo fiel del perro,

hijo de Dios desmemoriado,

hermano del viento.

¡A la chingada las lágrimas!,dije,

y me puse a llorar

como se ponen a parir.

Estoy descalzo, me gusta pisar el agua y las piedras,

las mujeres, el tiempo,

me gusta pisar la yerba que crecerá sobre mi tumba

(si es que tengo una tumba algún día).

Me gusta mi rosal de cera

en el jardín que la noche visita.

Me gustan mis abuelos de Totomoste

y me gustan mis zapatos vacíos

esperándome como el día de mañana.

¡A la chingada la muerte!, dije,

sombra de mi sueño,

perversión de los ángeles,

y me entregué a morir

como una piedra al río,

como un disparo al vuelo de los pájaros.



IV



Vamos a hablar del Príncipe Cáncer,

Señor de los Pulmones, Varón de la Próstata,

que se divierte arrojando dardos

a los ovarios tersos, a las vaginas mustias,

a las ingles multitudinarias.


Mi padre tiene el ganglio más hermoso del cáncer

en la raíz del cuello, sobre la subclavia,

tubérculo del bueno de Dios,

ampolleta de la buena muerte,

y yo mando a la chingada a todos los soles del mundo.

El Señor Cáncer, El Señor Pendejo,

es sólo un instrumento en las manos obscuras

de los dulces personajes que hacen la vida.


En las cuatro gavetas del archivero de madera

guardo los nombres queridos,

la ropa de los fantasmas familiares,

las palabras que rondan

y mis pieles sucesivas.


También están los rostros de algunas mujeres

los ojos amados y solos

y el beso casto del coito.

Y de las gavetas salen mis hijos.

¡Bien haya la sombra del árbol

llegando a la tierra,

porque es la luz que llega! V
De las nueve de la noche en adelante,
viendo televisión y conversando
estoy esperando la muerte de mi padre.
Desde hace tres meses, esperando.
En el trabajo y en la borrachera,
en la cama sin nadie y en el cuarto de niños,
en su dolor tan lleno y derramado,
su no dormir, su queja y su protesta,
en el tanque de oxígeno y las muelas
del día que amanece, buscando la esperanza.

Mirando su cadáver en los huesos
que es ahora mi padre,
e introduciendo agujas en las escasas venas,
tratando de meterle la vida, de soplarle
en la boca el aire...

(Me avergüenzo de mí hasta los pelos
por tratar de escribir estas cosas.
¡Maldito el que crea que esto es un poema!)

Quiero decir que no soy enfermero,
padrote de la muerte,
orador de panteones, alcahuete,
pinche de Dios, sacerdote de penas.
Quiero decir que a mí me sobre el aire...


VI

 

Te enterramos ayer.

Ayer te enterramos.

Te echamos tierra ayer.

Quedaste en la tierra ayer.

Estás rodeado de tierra

desde ayer.

Arriba y abajo y a los lados

por tus pies y por tu cabeza

está la tierra desde ayer.

Te metimos en la tierra,

te tapamos con tierra ayer.

Perteneces a la tierra

desde ayer.

Ayer te enterramos
en la tierra, ayer.


VII

 

Madre generosa

de todos los muertos,

madre tierra, madre,

vagina del frío,

brazos de intemperie,

regazo del viento,

nido de la noche,

madre de la muerte,

recógelo, abrígalo,

desnúdalo, tómalo,

guárdalo, acábalo.



VIII

 

No podrás morir.

Debajo de la tierra

no podrás morir.

Sin agua y sin aire

no podrás morir.

Sin azúcar, sin leche,

sin frijoles, sin carne,

sin harina, sin higos,

no podrás morir.

Sin mujer y sin hijos

no podrás morir.

Debajo de la vida

no podrás morir.

En tu tanque de tierra

no podrás morir.

En tu caja de muerto

no podrás morir.

En tus venas sin sangre

no podrás morir.

En tu pecho vacío

no podrás morir.

En tu boca sin fuego

no podrás morir.

En tus ojos sin nadie

no podrás morir.

En tu carne sin llanto

no podrás morir.

No podrás morir.

No podrás morir.

No podrás morir.

Enterramos tu traje,

tus zapatos, el cáncer;

no podrás morir.

Tu silencio enterramos.

Tu cuerpo con candados.

Tus canas finas,

tu dolor clausurado.

No podrás morir.



IX

 


Te fuiste no sé a dónde.

Te espera tu cuarto.

Mi mamá, Juan y Jorge

te estamos esperando.

Nos han dado abrazos

de condolencia, y recibimos

cartas, telegramas, noticias

de que te enterramos,

pero tu nieta más pequeña

te busca en el cuarto,

y todos, sin decirlo,

te estamos esperando.



X

 

Es un mal sueño largo,

una tonta película de espanto,

un túnel que no acaba

lleno de piedras y de charcos.

¡Qué tiempo éste, maldito,

que revuelve las horas y los años,

el sueño y la conciencia,

el ojo abierto y el morir despacio!

XI Recién parido en el lecho de la muerte,
criatura de la paz, inmóvil, tierno,
recién niño del sol de rostro negro,
arrullado en la cuna del silencio,
mamando obscuridad, boca vacía,
ojo apagado, corazón desierto.


Pulmón sin aire, niño mío, viejo,

cielo enterrado y manantial aéreo

voy a volverme un llanto subterráneo

para echarte mis ojos en tu pecho.


XII

 

Morir es retirarse, hacerse a un lado,

ocultarse un momento, estarse quieto,

pasar el aire de una orilla a nado

y estar en todas partes en secreto.


Morir es olvidar, ser olvidado,

refugiarse desnudo en el discreto

calor de Dios, y en su cerrado

puño, crecer igual que un feto.


Morir es encenderse bocabajo

hacia el humo y el hueso y la caliza

y hacerse tierra y tierra con trabajo.


Apagarse es morir, lento y aprisa

tomar la eternidad como a destajo

y repartir el alma en la ceniza.



XIII


Padre mío, señor mío, hermano mío,

amigo de mi alma, tierno y fuerte,

saca tu cuerpo viejo, viejo mío,

saca tu cuerpo de la muerte.


Saca tu corazón igual que un río,

tu frente limpia en que aprendí a quererte,

tu brazo como un árbol en el frío

saca todo tu cuerpo de la muerte.


Amo tus canas, tu mentón austero,

tu boca firme y tu mirada abierta,

tu pecho vasto y sólido y certero.


Estoy llamando, tirándote la puerta.

Parece que yo soy el que me muero:

¡padre mío, despierta!


XIV


No se ha roto ese vaso en que bebiste,

ni la taza, ni el tubo, ni tu plato.

Ni se quemó la cama en que moriste,

ni sacrificamos un gato.


Te sobrevive todo. Todo existe

a pesar de tu muerte y de mi flato.

Parece que la vida nos embiste

igual que el cáncer sobre tu omoplato.


Te enterramos, te lloramos, te morimos,

te estás bien muerto y bien jodido y yermo

mientras pensamos en lo que no hicimos


y queremos tenerte aunque sea enfermo.

Nada de lo que fuiste, fuiste y fuimos

a no ser habitantes de tu infierno.



XV

 

Papá por treinta o por cuarenta años,

amigo de mi vida todo el tiempo,

protector de mi miedo, brazo mío,

palabra clara, corazón resuelto,


te has muerto cuando menos falta hacías,

cuando más falta me haces, padre, abuelo,

hijo y hermano mío, esponja de mi sangre,

pañuelo de mis ojos, almohada de mi sueño.


Te has muerto y me has matado un poco.

Porque no estás, ya no estaremos nunca

completos, en un sitio, de algún modo.


Algo le falta al mundo, y tú te has puesto

a empobrecerlo más, y a hacer a solas

tus gentes tristes y tu Dios contento.


XVI


(Noviembre 27)



¿Será posible que abras los ojos y nos veas

ahora?

¿Podrás oírnos?

¿Podrás sacar tus manos un momento?


Estamos a tu lado. Es nuestra fiesta,

tu cumpleaños, viejo.

Tu mujer y tus hijos, tus nueras y tus nietos

venimos a abrazarte, todos, viejo.

¡Tienes que estar oyendo!

No vayas a llorar como nosotros

porque tu muerte no es sino un pretexto

para llorar por todos,

por los que están viviendo.

Una pared caída nos separa,

sólo el cuerpo de Dios, sólo su cuerpo.


XVII Me acostumbré a guardarte, a llevarte lo mismo
que lleva uno su brazo, su cuerpo, su cabeza.
No eras distinto a mí, ni eras lo mismo.
Eras, cuando estoy triste, mi tristeza.


Eras, cuando caía, eras mi abismo,

cuando me levantaba, mi fortaleza.

Eras brisa y sudor y cataclismo,

y eras el pan caliente sobre la mesa.


Amputado de ti, a medias hecho

hombre o sombra de ti, sólo tu hijo,

desmantelada el alma, abierto el pecho,


Ofrezco a tu dolor un crucifijo:

te doy un palo, una piedra, un helecho,

mis hijos y mis días, y me aflijo.






SEGUNDA PARTE
I

Mientras los niños crecen, tú, con todos los muertos,

poco a poco te acabas.

Yo te he ido mirando a través de las noches

por encima del mármol, en tu pequeña casa.

Un día ya sin ojos, sin nariz, sin orejas,

otro día sin garganta,

la piel sobre tu frente agrietándose, hundiéndose,

tronchando obscuramente el trigal de tus canas.

Todo tú sumergido en humedad y gases

haciendo tus desechos, tu desorden, tu alma,

cada vez más igual tu carne que tu traje,

más madera tus huesos y más huesos las tablas.

Tierra mojada donde había tu boca,

aire podrido, luz aniquilada,

el silencio tendido a todo tu tamaño

germinando burbujas bajo las hojas de agua.

(Flores dominicales a dos metros arriba

te quieren pasar besos y no te pasan nada.)


II


Mientras los niños crecen y las horas nos hablan

tú, subterráneamente, lentamente, te apagas.

Lumbre enterrada y sola, pabilo de la sombra,

veta de horror para el que te escarba.


¡Es tan fácil decirte "padre mío"

y es tan difícil encontrarte, larva

de Dios, semilla de esperanza!


Quiero llorar a veces, y no quiero

llorar porque me pasas

como un derrumbe, porque pasas

como un viento tremendo, como un escalofrío

debajo de las sábanas,

como un gusano lento a lo largo del alma.


¡Si sólo se pudiera decir: "papá, cebolla,

polvo, cansancio, nada, nada, nada"

!Si con un trago te tragara!

¡Si con este dolor te apuñalara!

¡Si con este desvelo de memorias

-herida abierta, vómito de sangre-

te agarrara la cara!


Yo sé que tú ni yo,

ni un par de valvas,

ni un becerro de cobre, ni unas alas


sosteniendo la muerte, ni la espuma

en que naufraga el mar, ni -no- las playas,

la arena, la sumisa piedra con viento y agua,

ni el árbol que es abuelo de su sombra,

ni nuestro sol, hijastro de sus ramas,

ni la fruta madura, incandescente,

ni la raíz de perlas y de escamas,

ni tío, ni tu chozno, ni tu hipo,

ni mi locura, y ni tus espaldas,

sabrán del tiempo obscuro que nos corre

desde las venas tibias a las canas.


(Tiempo vacío, ampolla de vinagre,

caracol recordando la resaca.)


He aquí que todo viene, todo pasa,

todo, todo se acaba.

¿Pero tú? ¿pero yo? ¿pero nosotros?

¿para qué levantamos la palabra?

¿de qué sirvió el amor?

¿cuál era la muralla

que detenía la muerte? ¿dónde estaba

el niño negro de tu guarda?


Ángeles degollados puse al pie de tu caja,

y te eché encima tierra, piedras, lágrimas,

para que ya no salgas, para que no salgas.


III

 

Sigue el mundo su paso, rueda el tiempo

y van y vienen máscaras.

Amanece el dolor un día tras otro,

nos rodeamos de amigos y fantasmas,

parece a veces que un alambre estira

la sangre, que una flor estalla,

que el corazón da frutas, y el cansancio

canta.


Embrocados, bebiendo en la mujer y el trago,

apostando a crecer como las plantas,

fijos, inmóviles, girando

en la invisible llama.

Y mientras tú, el fuerte, el generoso,

el limpio de mentiras y de infamias,

guerrero de la paz, juez de victorias

-cedro del Líbano, robledal de Chiapas-

te ocultas en la tierra, te remontas

a tu raíz obscura y desolada.

 


IV


Un año o dos o tres,

te da lo mismo.

¿Cuál reloj en la muerte?, ¿qué campana

incesante, silenciosa, llama y llama?

¿qué subterránea voz no pronunciada?

¿qué grito hundido, hundiéndose, infinito

de los dientes atrás, en la garganta

aérea, flotante, pare escamas?


¿Para esto vivir? ¿para sentir prestados

los brazos y las piernas y la cara,

arrendados al hoyo, entretenidos

los jugos en la cáscara?

¿para exprimir los ojos noche

a noche en el temblor obscuro de la cama,

remolino de quietas transparencias,

descendimiento de la náusea?


¿Para esto morir?

¿para inventar el alma,

el vestido de Dios, la eternidad, el agua

del aguacero de la muerte, la esperanza?

¿morir para pescar?

¿para atrapar con su red a la araña?


Estás sobre la playa de algodones

y tu marca de sombras sube y baja.


V


Mi madre sola, en su vejez hundida,

sin dolor y sin lástima,

herida de tu muerte y de tu vida.


Esto dejaste. Su pasión enhiesta,

su celo firme, su labor sombría.

Árbol frutal a un paso de la leña,

su curvo sueño que te resucita.

Esto dejaste. Esto dejaste y no querías.


Pasó el viento. Quedaron de la casa

el pozo abierto y la raíz en ruinas.

Y es en vano llorar. Y si golpeas

las paredes de Dios, y si te arrancas

el pelo o la camisa,

nadie te oye jamás, nadie te mira.

No vuelve nadie, nada. No retorna

el polvo de oro de la vida.




viernes, 27 de mayo de 2011

Experiencias Buenas & Malas...

En la vida diaria nos encontramos con presencias, actos o hechos buenos o malos.


Una de las experiencias malas que he vivido fue: Un dia que hivamos a casa de una amiga, para vr una plicula hibamos en el camion mis amigas y yo, en eso se subio una persona muy borracha, drogada no se pero estaba muy mal, y nos empezo a decir muchas groserias  y nos puso apodos a todas mis compañeras y a mi. Eperiencias como estas te puedes encontrar a diario y hay que saber aprender de ellas.









Por otra parte, una de las expeiencias mas bonitas que he tenido fue con mis amigas; un dia que estabamos todas mis amigas y yo claro,   comenzamos a decir lo que no, nos agradaba de cada una ese dia nos dijimos las cosas que ya nos habian molestado de que las estubiera haciendo, no lo hicimos por malas si no para decirmos lo que no nos gustaba de cada quien.
 "Amigos no son los que te dicen lo que quieres Tu escuchar, si no lo que realmente necesitas escuchar y saber"
Desde ese dia cada una tratamos de cambiar y no la llevamos muy bien, gracias a eso aun somos muy buenas amigas de ya casi 6 años.
Esta fue una experiencia muy bonita porque hablamos nos expresamos y aparte nos ayudamos sobre nuestra actitud.

Capacidad de Asombro :0

Nunca cambiar sobre nuestra forma de pensar hai que seguir asombrandonos de catos que antes nos asombravamos mucho, y que poco a poco fuimos tomandolo muy comun. En esta actividad teniamos que asombrarnos de actos que antes nos asombravan mucho y ahora ya no fue una experiencia padre, porque ya no lo habias experimentado ya que ahora estamos acostumbrados, a ver, escuchar y hacer cosas muy "comunes" se podria decir pero antes no lo haciamos y pues nos asombravamos.





DIA DE SER  FELIZ TODO EL DÍA




En esta actividad teniamos que hhacer lo mismo que en la anterior, pero ahora en ves de asombrarnos, tenemos que ser FELICES todo el dia, aunque trabajemos y las personas te desesperen hay que atenderlas con mucha actitud de felicidad!  no nomas con esas personas y no, nomas por un dia todos los dias hay que ser Felices con amigos, familia personas que ni conoscas sé FEliz y trasnsmite toda la Felicidad que llevas dentro.





DIA DE HACER ACTOS AMOROSOS

Esta actividad es de la misma forma que de las demas tenemos que hacer amorosos todo el día y hacer actos que lo demuestren, decirle a tu familia lo mucho que la quieres, a tus amigos lo mucho que los necesitas y entre otras cosas mas.
Y esta actividad es una de las que no nos devemos de olvidad y decirles a todoas las personas que quieres y amas lo muy importantes que son para ti; es una buena experiencia!.







¿ Que es la Fenomenologia ?

La fenomenología de Hursserl puede comprenderse como un método y un 'modo de ver'. El método, se construye tras la depuración del psicologismo. Resulta necesario mostrar que las leyes lógicas son lógicas puras y no empíricas, trascendentales o procedentes de un supuesto mundo inteligible de naturaleza metafísica. Es preciso también, desde este enfoque, mostrar qué ciertas operaciones como la abstracción o el jucio no son actos empíricos sino de naturaleza intencional. Esta conciencia, no aprehende los objetos del mundo naturales como tales objetos ni consituye lo dado en cuanto objeto de conocimiento: aprende puras significaciones en cuanto son simplemente dadas y tal como son dadas. Dicha depuración se lleva a cabo a través del .






Metodo Fenomenologico

 
 
Para poner en marcha el método fenomenológico hay que adoptar un actitud radical, esto es la de la 'suspención' del 'mundo natural'. De esta manera, podría decirse que la creencia en la realidad del mundo natural así como las proposiciones que dan lugar a esas creencias, son colocadas 'entre paréntesis'. No se trata, pues, de negar la realidad natural (lo cual diferencia este método del escepticismo clásico). El método propone colocar un nuevo 'signo' a la 'actitud natural', lo que significa abstenerse respecto a la existencia espacio-temporal del mundo.
En sítesis, el método fenomenológico, consiste en:

  • ♦ Examinar todos los contenidos de la conciencia
  • ♦ Determinar si tales contenidos son reales, ideales, imaginarios, etc.
  • ♦ Suspender la conciencia fenomenológica, de manera tal que resulta posible atenerse a lo dado en cuanto a tal y describirlo en su pureza
La fenomenología, no presupone nada: ni el sentido común, ni el mundo natural, ni las proposiciones científicas, ni las experiencias psicológicas. Se coloca antes de cualquier creencia y de todo juicio para explorar simplemente lo dado. Podría considerarse este método como un absoluto.


video sobre la fenomenologia


DUDAR PARA SER LIBRES... PIENSO Y LUEGO EXISTO



Dudar te ayuda para ser libres porqué si tu dudas, an algó que te da miedo o verguenza, si lo dudas, lo piensas , reflexinas te puedes dar cuenta de que esta ben y asi puedes ser libre y ya no te va a dar miedo o verguenza porqué tú ya lo reflexinaste y notaste que eso no esta mal lo que sentias.





La Filosofia y el Arte la existencia pesé de la existencia ontologico.

Es una parte de la metafisica  que estudía lo que hay, es decir cuales entidades existen y cuales no.
muchas preguntas tradicionales de la filosofía pueden ser entidades como preguntas ontologías de,
¿existe dios?

Epistemologia: Es la rama de la filosofía cuyo objeto de estudio es el conocimiento científico la epistemologia, como teoría del conocimiento, se ocupa de problemas tales c como las circunstancias Históricas, Psicológicas y Sociológicas que llevan a su obtención. Y los criteríos por los cuales se le justifica o no valida.

Nihilismo: Es una actitud Filosófica puesto que no es una tendencia filosófica estrictamente definida, de negociación de todo principio, autoridad, dogma filosófico , religioso ,político y . El nihilismo es una posición filosóficas que argumenta que el mundo, no posee de manera objetiva ningún significado, propósito, verdad comprencible o valor esencial o superior.






Galvan Gallardo Marcela
Guzman Hernandez Jeantte
Hernandez Martinez Juan Pablo

¿ Que es la Vida ?

http://eduteka.org/pdfdir/Biodiversidad03A.pdf





Galvan Gallardo Marcela
Guzman Hernandez Maria Jeanette
Hernandez Martinez Juan Pablo
Salamanca Ramirez Nancy